miércoles, 15 de agosto de 2018

Problemas de ser una MODERNA... de pueblo

Todos tenemos problemas pero los que somos de pueblo, más. No está escrito en ningún sitio pero es una ley universal. ¿Que no os lo creéis? Ja, ja, ja. Pues pasad y seguid leyendo, y solo después de leer este post, nos comentáis.

Empezamos con el transporte. No es lo mismo vivir en una gran ciudad donde se usa el autobús o el metro como medio de transporte principal, que vivir en el pueblo, donde vamos a pie o con bicicleta ya que cualquier establecimiento lo tenemos al alcance de nuestras manos (el bar, la panadería, la fuente...) Pero ese no es el quid de la cuestión, lo que quiero decir es que puedes esperar sentado, ya que hay pueblos donde los autobuses pasan cada 2 horas e incluso en otros donde solo hay 2 buses al día...

Ahora es el turno de la ropa, y es que aquí hay tela, pero vamos (nunca mejor dicho). ¿Qué pasa cuando te paseas por la plaza de tu pueblo con la mini de cuero que tanto se lleva ahora y unas medias de rejilla a conjunto? Pues que las vecinas mayores del pueblo no se cortan un pelo a la hora de criticarte, y si lo hacen en voz alta para que les oigas, mejor. Aunque lo más magnífico de todo es que nadie de ciudad nos gana a andar en tacones. Esto se debe a que somo capaces incluso de salir a hacer senderismo con unos stiletto de aúpa. Que venga alguna de ciudad y demuestre que puede hacer lo mismo que nosotras :)

¿Y qué ocurre cuando te quieres ligar al churri del pueblo? ¡Que se entera antes tu madre que tú misma! Y es que los amores en los pueblos son peligrosos. Siempre, vayas donde vayas, encontraremos a la típica alcahueta que, en su salón, tiene un despliegue de aparatos de espionaje que ya quisieran los investigadores del FBI. Pero una vez ha pasado el comienzo del noviazgo... ¡Ay, ay, ay! Llega la discusión de dónde se celebra la boda, ¿en el pueblo de él o en el de ella?

¿Qué me decís cuando nos presentamos al examen práctico de conducir? ¡Pues que siempre aprobamos a la primera! Esto se debe a que ya desde adolescentes, nuestros abuelos o nuestros padres nos llevan a alguna explanada para ir practicando hasta llegar al día de la verdad. ¡Y a practicar, a practicar, a practicar! ¡Y hasta que no se nos calaba el embrague ni una sola vez, no volvíamos a casa!

Disfrutamos mucho en las orquestas de las fiestas de nuestros pueblos, tanto es así que, como no cambian a duras penas el repertorio de las canciones, nos las sabemos de memoria, coreografía incluida. ¿Que ponen ahora “Paquito el chocolatero”? Allá que vamos, pero con el vaso vacío para rellenarlo de chocolate. ¿Que ahora suena un pasodoble de Rocío Jurado? Pues nos ponemos unas flores en la cabeza y a bailar como si estuviéramos en la feria de abril de Sevilla. Además, más aguante con el alcohol que nosotros, no tiene nadie. Por suerte, no sabemos lo que es la resaca... ¡no nos ha pasado nunca!

Las fiestas y las orquestas serán duraderas, pero lo que sí que es perenne son las amistades. Con la misma niña que compartías pupitre en preescolar será con la que te vayas al fin del mundo, y más aún si tiene una casa con piscina ;) Eso sí, no debemos olvidarnos de los selfies cuando salimos de fiesta con ella.

Finalmente, si has ido a la ciudad a trabajar durante una temporada o a estudiar a la universidad, sabrás que siempre sientes alivio de volver al pueblo, de ver las mismas caras, las mismas calles y los mismos bares, por lo que los pueblos son... ¡UNA MARAVILLA!

PD: Este post está escrito de modo irónico, no pretendo en ningún momento ofender a nadie, espero haberos sacado más de una sonrisa y ¡feliz día!

AU REVOIR!!

12 comentarios:

  1. Hola!!
    Jijiji me encanta el post,es ideal y real.
    Me he acordado a cuando era joven
    Un gran post sin duda lo recomendare
    Un saludo

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  2. Me pareció muy graciosa esta entrada. Yo vivo en ciudad, pero mis papás crecieron en un pueblo por lo que muchas vacaciones las pasé ahí y qué decir. Todo lo que dices es acertado, quizá no lo viví todo, pero si lo presencié y las imágenes están súper divertidas. Saludos linda!!

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  3. He vivido toda mi vida en la ciudad, aún así pienso que ir al pueblo tiene su encanto, ya que el caos de la capital termina pasando factura en algún momento y la mejor solución es ir por unos días a la provincia a relajarse.

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    1. Sí, está muy bien dejarse perder por las calles de un pueblo, tienen su encanto, hay más silencio... ¡Mola!

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  4. muy divertido tu blog sobre este tema, es cierto no esta escrito en ninguna parte, pero el karma principal es que cuando saben que eres de algun pueblo todos te persiguen en criticas, yo lo he hecho!! , que pecao, pero muy divertido me ha parecido tu blog felicidades

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  5. Me encanto el post! Y más como lo explicas de manera cómica, pero si tiene parte de verdadero, y que peor cuando todo mundo conoce todo de todos, los chismes están a mil por hora! Siento que tienes menos privacidad, aunque yo vivo en ciudad así que no lo siento tanto, pero cuando voy de visita al pueblo lo puedo mirar x3

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    1. ¡Hola Sandra! ¡Gracias! Ya ves, lo peor son los chismes.
      ¡Un saludo!

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  6. Hola!!! yo si me he reído y divertido con tu post en sentido de humor, eso de las abuelitas de pueblo que son buenas para criticar creo yo que están en todas partes jejeje, geniales las ilustraciones bien cómicas también!

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    1. ¡Hola! Mmmmm sí, seguramente las abuelitas "criticonas" estén por todas partes jaja.

      ¡Un abrazo!

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